EL
ENDEUDAMIENTO DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS
Uno de los problemas de endeudamiento que tiene
las finanzas españolas se deben principalmente a la deuda de las
comunidades autónomas. En general, las comunidades más grandes y
con mayor población (Madrid y Cataluña especialmente) son las comunidades más
endeudadas en términos absolutos (en millones de euros que
deben) algo lógico ya que a mayor población, mayores ingresos y por tanto mayor
capacidad de endeudamiento. Pero para conocer de manera objetiva que comunidades
son las más endeudadas y teniendo en cuenta la diferencia de riqueza de los
diferentes territorios analizaremos la deuda de las comunidades autónomas según
el ratio deuda/PIB.
Según este ratio, la comunidad que mayor deuda
absoluta tiene, Madrid, es sin embargo la comunidad con menos
deuda en relación con su PIB, un 9,5 %, y por tanto, la
menos endeudada del país. Por el contrario, la Comunidad más endeudada de
España es Castilla La Mancha, con un 25,7 %
del PIB en deuda, superando hasta la que hace poco era la comunidad con más
deuda, la Comunidad Valenciana con un 25% del
PIB en deuda y ambas muy por encima de la media española que
se sitúa en un 15,9 %.
A rasgos generales, las comunidades del arco
mediterráneo son las más endeudas (Cataluña, Comunidad Valenciana y
las Islas Baleares) por el contrario de las comunidades situadas en el norte
de España, donde la deuda es menor.
En el último año, la mayoría de comunidades
autónomas han aumentado la deuda pública agravando el problema de la deuda soberana
española y dificultando la reducción del déficit público por parte del estado.
El déficit autonómico puede haber caído, pero el
endeudamiento de las regiones españolas ha vuelto a dispararse. Desde el 30 de septiembre de 2012, y hasta el
final de año, la deuda de las comunidades autónomas creció en 17.584 millones
(un 10,5% más que en el trimestre anterior) y cerró el año en 185.048 millones
de euros, un 17,6% del PIB español, según el desglose por regiones de la cifra
récord de deuda pública dada a conocer por el Banco de España. De esa cifra,
121.365 millones - un 65,59% del total - son préstamos pendientes de pago,
mientras que el resto tiene forma de emisiones de deuda. Con los datos del
último padrón de habitantes, las autonomías deben de media 3.915 euros por cada
residente. Las comunidades con más deuda autonómica por habitante son Cataluña
(6.729,51 euros), Valencia (5.739,06 euros) y Baleares (5.159,29 euros). Por su
parte, las que menos deben por cada uno de sus residentes son Extremadura (2.197,91
euros), Canarias (2.243,90 euros) y Andalucía (2.431,23 euros).
El espejismo de la leve reducción de la deuda
autonómica registrada en el tercer trimestre de 2012 era eso: un espejismo. La
cifra bate la marca registrada en el segundo trimestre, de 168.269 millones de
euros. Con respecto al cierre del ejercicio anterior, la deuda de las regiones
aumentó 43.685 millones de euros, un 30,9% más. El endeudamiento creció en
todas las comunidades con respecto a 2011. Donde más, en Murcia, donde la deuda
regional se incrementó en 1.822 millones de euros, un 64,9% más que el año
anterior. Le siguen Cantabria (un 58,8% más) y Castilla - La Mancha (un 48%).
Por su parte, donde menos creció fue en La Rioja (un 16,1% con respecto a
2011), Navarra (un 16,5%) y Galicia (17,4%). Cantabria fue la comunidad donde
más aumentó la deuda en el último trimestre del año: 298 millones de euros, un
17% más que en septiembre. Navarra y La Rioja redujeron sus deudas en el último
trimestre del año: 86 y 37 millones de euros, respectivamente.
La deuda de cuatro comunidades autónomas supera
el 20% de su PIB: la Comunidad Valenciana (que debe 29.437 millones de euros,
un 29,3%), Castilla - La Mancha (con un 27,8%), Cataluña (un 25,9%) y Baleares
(21,9%). Por el otro lado, la comunidad autónoma con una menor relación entre
su deuda y su PIB es Madrid (que debe 20.130 millones de euros, un 10,7%),
seguido de País Vasco (con un 11%) y Canarias (11,5%).
En términos absolutos,
Cataluña es la comunidad más endeudada, con 50.948 millones de euros, seguida
por la Comunidad Valenciana y Andalucía (que debe 20.544 millones de euros, un
14,5% del PIB). Solo la deuda autonómica de estas tres regiones representa un
54,5% del total. Las que menos deben son La Rioja (con 1.045 millones),
Cantabria (2.053 millones) y Extremadura (2.436 millones).
A excepción de Madrid y Galicia, la deuda de las
comunidades autónomas se ha adquirido mayoritariamente a través de préstamos.
Las regiones deben 53.847 millones de euros a los bancos españoles, un 29,1%
del total de la deuda pendiente, mientras que algo más de la mitad de esa
cifra, 28.562 millones, se adeuda a bancos internacionales.
La administración central tiene a su nombre
34.331 millones de euros en deuda autonómica. Las cantidades debidas se
reparten prácticamente a partes iguales entre las cifras del plan de pago a
proveedores, que ascienden a 17.689 millones de euros y al que han recurrido
todas las comunidades menos tres: País Vasco, Navarra y Galicia, y los 16.642
millones que deben las nueve regiones que han tenido que recurrir al fondo de
rescate autonómico.
Con respecto a los instrumentos financieros, la
comunidad que más ha recurrido a ellos para endeudarse es Cataluña, que ha
colocado deuda por 21.849 millones de euros, más del doble que la segunda
colocada, la Comunidad de Madrid (que tiene pendientes 10.635 millones).
Cataluña también es, con diferencia, la que tiene en el mercado más deuda a
corto plazo: 3.156 millones, muy por delante de Andalucía, que debe 408
millones en esta clase de instrumentos.
Todo lo anterior según la información oficial
facilitada por el Banco de España, pero posiblemente haya cierto maquillaje de
las cifras, por las medidas de ingeniería financiera que puedan realizar las
Intervenciones Generales respectivas, mediante artilugios contables, que
desplazan deudas de un ejercicio a otro manejando sus criterios contables como
el adelanto del cierre del ejercicio.
ESCENARIO
DE FINANCIACIÓN DE LAS CCAA (Desmontando algunos mitos)
Tras más de treinta años de andadura del Estado
de las Autonomías, la financiación de las comunidades sigue siendo tanto motivo
de disputa como de confusión. Entre otras cosas, por haberse asumido como
verdades ciertas lo que no pasa de ser mitos. El mayor: que el sistema de
financiación autonómica está concebido para transferir recursos a regiones,
cuando en realidad es parte esencial del principio de redistribución solidaria
de recursos entre españoles para que, vivan donde vivan, dispongan de una
cobertura de servicios lo más igualitaria posible. Perdida esta perspectiva, al
final los años han acabado generando un tira y aflora permanente en el que cada
gobierno autonómico de turno esgrime el argumento más ventajoso para arañar más
dinero de la caja común. Argumentos transmutados en bandera cuando interviene
el nacionalismo. Analizando, caso por caso, el volumen de recursos públicos con
que ha contado cada comunidad en 2011 y 2012, entre transferencias recibidas
desde el Estado, impuestos cedidos, participación en impuestos estatales, tasas
propias e ingresos patrimoniales. Y la matemática tumba muchos mitos: ni las
autonomías que más tienen gestionan mejor, ni están más saneadas, ni las
regiones más beneficiadas durante décadas por la solidaridad interterritorial
han sido capaces de gestionarla con eficacia para prosperar en la misma
proporción.
Cataluña no está tan castigada: En los dos últimos años, la
Generalitat ha dispuesto de unos recursos de 2.627 euros por habitante cada
año, un 3 por ciento más que la media de las autonomías del régimen común, todas
menos los regímenes especiales de País Vasco y Navarra. La media ha sido de
2.556 euros. La Generalitat ha ingresado en sus arcas más que Andalucía,
Baleares, Castilla-La Mancha, Madrid, Murcia y Comunidad Valenciana. Si hubiera
disfrutado de los mismos recursos per cápita que Madrid, habría obtenido 3.500
millones menos entre 2011 y 2012.
Supongamos que la Comunidad
Valenciana tuviera la misma asignación de recursos públicos de la que disfruta
Cataluña, una media por habitante de 2.627 euros/año en los dos últimos
ejercicios. Si así hubiera sido, sumando los años 2011 y 2012 la Comunidad
Valenciana habría dispuesto de 5.500 millones de euros más de lo que en
realidad ha podido manejar el Gobierno valenciano. Si aplicamos lo mismo a la
Comunidad de Madrid, el resultado es que los madrileños hubieran disfrutado de
2.500 millones de euros más entre 2011 y 2012. La Comunidad Valenciana ha sido
la autonomía que menos ingresos públicos por habitante ha tenido en estos dos
últimos años.
Los menos beneficiados: Madrid, con un 10 por ciento más PIB que
Cataluña, disfruta de un 7,3 por ciento menos ingresos públicos que la
Generalitat. Baleares, con un PIB sólo un 9 por ciento inferior a Cataluña, ha
tenido en los dos últimos años unos recursos públicos un 15,15 por ciento
menores que la Generalitat. La Comunidad de Madrid es el mayor contribuyente
neto a la caja común de la solidaridad interterritorial.
No por tener más se gestiona mejor: La matemática de las finanzas
autonómicas demuestra que no por disponer de más recursos una comunidad tiene
cuentas más lustrosas, ni es siempre más eficaz en los servicios que da al
ciudadano. Cataluña es un claro ejemplo: pese a disfrutar de más ingresos
públicos por habitante que la media de comunidades autónomas del régimen común,
su deuda pública por habitante es la más alta de España. Entre la Generalitat y
su extenso entramado de entes y empresas autonómicas, su deuda sale ya a 7.400
euros por habitante. Y otro ejemplo, Navarra: pese a su privilegiado régimen
foral que la convierte en la más «rica» de España, es la quinta con mayor deuda
pública por habitante.
El sur,
solidaridad con escasos resultados: Andalucía
y Extremadura son las que tienen un menor PIB por habitante. Durante décadas,
eso las ha convertido en perceptoras netas de la solidaridad interterritorial.
Feudos históricos del PSOE, la Junta de Andalucía sólo ha conocido gobiernos
socialistas, y en Extremadura ocurrió lo mismo hasta hace menos de dos años, pese a ser autonomías subvencionadas sus
gobiernos no lo tradujeron en un paralelo progreso socioeconómico. El PIB de Extremadura es el segundo más bajo de
España, pero en los dos últimos años, ejemplificador de lo que ocurrió con
anterioridad, tuvo la mayor tasa de recursos públicos por habitante de las autonomías
del régimen común.
Los regimenes especiales del País Vasco y Navarra: Navarra ha
disfrutado en los dos últimos años -muestra de lo que viene siendo desde el
origen autonómico por su régimen foral reconocido en la Constitución de 1978-
de unos recursos públicos autonómicos de 5.225 euros por habitante, el doble
que la media de las comunidades del régimen común. El País Vasco, en 2011 -no
hay datos oficiales de ejecución presupuestaria de 2012-, disfrutó de unos
recursos públicos de 3.974 euros por habitante, casi un 60 por ciento por
encima de la media de las autonomías del régimen común. Cataluña se mira en ese
espejo, pero la sostenibilidad de las finanzas públicas españolas no aguantan
el argumento. Si el modelo del cupo vasco o de la foralidad navarra se
extendiera al resto de comunidades, no habría dinero para pagarlo. Por otra
parte, los datos de ingresos presupuestarios demuestran que, en tabla rasa,
Cataluña no tiene ni más ni menos motivos que el resto de autonomías para
sentirse agraviada respecto al privilegiado modelo de Navarra y País Vasco.
CUADRAR EL SODUKU
Hace pocos días se afirmaba en
ciertos medios de comunicación, que nunca antes ningún Gobierno Central, tuvo
tantos problemas para cerrar un escenario financiero para la financiación de
las CCAA, ni siquiera los barones territoriales del partido en el Gobierno,
terminan de asumir los repartos de deuda posible, para cuadrar sus cuentas, vía
déficit, y es que el escenario tiene sus matices políticos, pero lógicamente
distintas percepciones sobre el trato recibido, unido a los limites de deuda
publico impuestos por Europa. Los grandes recortes aplicados en materia de
sanidad y educación, con sus matices territoriales, también revelan que el
gasto existente, sin entrar a valorar su idoneidad, han adolecido siempre,
desde sus transferencias a las CCAA de una escasa financiación cuando se
transfirieron, si a ello se le añade las distintas políticas de gasto,
aplicadas por las CCAA mas o menos expansivas y diferenciales en cuanto a que servicios
ofrecían a sus habitantes con los
recursos trasferidos, y detrayéndolos de otras políticas o partidas de gasto.
Ahora que toca recortar en todo
el gasto público, se entienden también las reticencias de unos y otros, a que
se les dote de un menor nivel de financiación y capacidad de endeudamiento, ya se sabe al pero flaco todo son pulgas, y se vuelven a esgrimir argumentos que
justifiquen un reparto del déficit de manera asimétrica. Como diría el Ministro Pedro Solves en su
día, en un escenario menos complicado que el actual, la solución del sudoku será
complicada, no quisiera estar en el pellejo del Ministro de Hacienda.
http://www.diariodesevilla.es/article/opinion/1534351/deficit/asimetrico/macguffin.html
http://www.rtve.es/noticias/20130527/rajoy-busca-este-lunes-union-barones-para-pactar-deficit-comunidades/672980.shtml
http://www.diariodesevilla.es/article/opinion/1534351/deficit/asimetrico/macguffin.html
http://www.rtve.es/noticias/20130527/rajoy-busca-este-lunes-union-barones-para-pactar-deficit-comunidades/672980.shtml
Economista, Investigador y Profesor Honorario de la Universidad de Sevilla.
Máster en Alta Dirección de Instituciones Sociales por el Instituto Internacional San Télmo.
Diplomado en Procesos y Planificación del Desarrollo (ILPES, CEPAL, IEHA)
Diplomado en Procesos y Planificación del Desarrollo (ILPES, CEPAL, IEHA)
Funcionario de los Cuerpos de Gestión Financiera y del Cuerpo Superior de Administradores Generales de la Junta de Andalucía.
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