viernes, 28 de diciembre de 2012

Concertación Social, Pactos y Pasta.


La situación de crisis que vive España y la necesidad de ajustes/recortes a la que se ve sometida, una semana tras otra, en las reuniones de Consejo de Ministro,  que el Gobierno adopta en solitario  con fuerte contestación del conjunto de la sociedad y partidos, he hecho traernos a la memoria, de manera recurrente, la necesidad de un gran pacto con todas las fuerzas políticas, sindicales, sociales y un nuevo agente como lo son las Comunidades Autónomas, de manera que vuelva a repetirse la formula adoptada con éxito hace a 35 años con los Pactos de la Moncloa.

Aunque salvo por la gravedad del enfermo, el diagnostico de un momento y otro son muy distintos. En 1977 la economía española, en aquel momento la coyuntura económica era grave después de que la crisis del petróleo de 1973 alcanzara de lleno a España, a la que no había afectado tan rápidamente como a los países europeos considerados aliados de Israel por la OPEP. El desempleo, que durante el franquismo quedaba ocultado por la emigración a Europa, y que ahora en crisis no admitía, produciéndose en cambio el retorno de los emigrantes. La inflación había superado la frontera del 40% a mediados del año 1977, y se temía la posibilidad de alcanzar cifras de verdadera hiperinflación, como las que posteriormente sufrieron los países iberoamericanos. Se hablaba de fuga de capitales desde los últimos años del franquismo. Los empresarios, acostumbrados al corporativismo y al intervencionismo que presidía las relaciones económicas y sociales  recelaban de la nueva situación política y de los nuevos interlocutores sociales, los sindicatos de clase, que exhibían una retórica reivindicativa que, según como fuera entendida, a veces era tomada por revolucionaria. 

El diagnostico previo realizado magistralmente por el Profesor Fuentes Quintana, a la sazón vicepresidente del Gobierno También  planteaba todo un plan de saneamiento y reforma de la economía con 5 objetivos concretos: establecimiento de un cambio realista de la peseta, reforma fiscal con sentimiento social, moderación de las tasas de crecimiento salarial, especial atención al problema del paro, estimulo a la libertad económica de mercado.


Estos pactos permitirían en gran medida en el avance a una sociedad y economía más moderna, con grandes avances el la política económica, presupuestaría, monetaria, fiscal, laboral, en materia de seguridad social, en materia legislativa y social, incluso el posterior desarrollo del estado de la autonomías y la preparación para el ingreso años después en la entonces denominada CEE (Unión Europea).

Lógicamente el escenario era bien distinto tanto en el ámbito interno como externo, no solo por ser un país con unas estructuras arcaicas salido de la dictadura autárquica, sino por que no había alcanzado el grado de internalización actual, y donde la crisis global se trasladase a nuestro tejido económico como ahora lo ha hecho, también existía otro margen de maniobra interno para actuar sobre la política monetaria y fiscal, que quedó en manos de la Unión europea tras nuestra integración en 1986 y tras la implantación de la moneda única (el Euro).

Pero en esencia, y aunque tuviera efectos positivos en general, sobre la modernización de nuestro antiguo modelo productivo, que los tuvo, fue todo un modelo de concertación social que aglutinó a todos los partidos políticos, a las organizaciones empresariales y algunos de los sindicatos (CCOO principalmente), para sacar al país de una situación de fuerte crisis. El propio Marcelino Camacho  valoraba así los pactos de la Moncloa: “la importancia de los acuerdos adoptados el pasado año que, según sus manifestaciones, han servido para amortiguar el paso de la dictadura a la democracia por medio de la Constitución, desde el punto de vista macro político-económico ha sido algo inestimable, aunque hay que lamentar que el Gobierno no los haya cumplido íntegramente, como en lo concerniente al control de la Seguridad Social y al estatuto de la empresa pública”. Considerándolos altamente positivos, Marcelino Camacho objetó que la parte negativa fue el aumento del paro. Nicolás Redondo, aunque la UGT, no los firmó pero posteriormente también los recocería como la única opción posible en aquello momentos, aunque no hubo reparto de fondos públicos para los firmantes.



No obstante, si bien en aquellos momentos había gran margen de maniobra en determinadas variables de la política económica, por parte de los estados, para diseñar por si mismos salidas a una situación de crisis, con la integración en la Unión Europea, los países miembros han perdido gran parte de su autonomía, aunque no toda, pero en la medida que la política monetaria, fiscal y presupuestaria, ha quedado en manos de la Unión los márgenes son distintos.
Pero y a nivel de las Comunidades Autónomas hay o ha habido algún margen por si solas para, diseñar políticas independientes (netamente autónomas) que les permita salir de situaciones de crisis o atraso, que no vengan acompañadas de las macro políticas nacionales. Si tenemos en cuenta que la legislación laboral, fiscal, las grandes directrices en materia industrial, comercial, y por supuesto exterior están en manos del estado, y que el resto se encuentran residentes en la Unión Europea, ¿hay margen de cambiar la estructura productiva regional? En principio podríamos afirmar que margen hay, aunque limitado y a largo plazo, y lo ha habido con la ayuda de los fondos europeos, que ahora también empiezan a menguar.

La teoría económica así lo contempla, pero siempre condicionado por la coyuntura económica que es una variable que escapa al control de las autonomías, las CCAA pueden cambiar algo la estructura en el largo plazo a través de sus esfuerzos acertados y permanentes infraestructuras, realizando una labor activa a favor de sectores económicos y territorios,  favoreciendo la creación del tejido su empresarial y apoyándolo. En principio si en los tiempos de bonanza o ciclo alcista de la economía se crece por encima de la medía y en los recesivos, se decrece por debajo de la media o se han conseguido bases tan sólidas para no decrecer, situación alto improbable, la estructura de partida puede evolucionar hacia mayores niveles de desarrollo económico.

La Comunidad Autónoma de Andalucía, puso en marcha desde el inicio de su andadura un sistema de planificación regional, mediante la sucesión de una serie de planes económicos, que orientaran su política económica en el largo plazo para sacar a la región de su atraso relativo, aunque dichos planes fueron debilitándose en el tiempo, convirtiéndose mas en un ejerció metodológico en el que integrar sus actuaciones en materia de inversiones y orientar el presupuesto.

Posteriormente en los años 90, concretamente el año 1993 se pone en marcha una experiencia única en España, quizás basada en el espíritu de los Pactos de la Moncloa, y que se denominó Concertación Social. Mediante estos acuerdos tripartitos de la Administración Autonómica  con empresarios (Confederación de Empresarios de Andalucía) CEA y sindicatos mayoritarios UGT y CCOO, se pactaban o concertaban  sus políticas estratégicas de desarrollo, en ocasiones anticíclicas, en un clima de acuerdo y “paz social”, mediante la adopción de una serie de medidas de tipo social y económico, destinadas al desarrollo económico, empresarial y a la creación de empleo.

Después de 20 años de repetir esta iniciativa, con siete acuerdos, con distinta periodicidad, bianual o cuatrienal, se comprometieron en estos documentos un total de 42.800 Millones de Euros de fondos públicos, de los que algunas de las medidas acordadas han sido puestas en marcha por los firmantes, es decir CEA, CCOO  y UGT, con cargo a estos fondos.


El profesor de la Universidad de Sevilla Marcial Sánchez Mosquera, recientemente analizó en su tesis doctoral el impacto en el desarrollo de económico de Andalucía hasta 2008 de estos pactos, concluyendo con la valoración que su resultado “no invita a conclusiones triunfalistas, y que no ha servido en el largo plazo para cambiar el modelo productivo”. En este mismo sentido se manifiesta el Profesor Francisco Ferraro, quien califica estos acuerdos “de fracaso”, pues el análisis de la evolución del PIB/per capita, no permite otra valoración, quien además pone de manifiesto la escasa transparencia que las organizaciones firmantes han recibido fondo basados en dichos pactos. Pues si bien la Andalucía de los 80 no es la misma que la de 2012, tampoco lo son el conjunto de las CCAA españolas, con lo que después de 30 años de planificación regional y 20 años de Concertación Social, las diferencias en cuanto atraso relativo y falta de desarrollo económico apenas se ha modificado.


Seria una frivolidad y simplificación, afirmar que el conjunto de estos fondos, han sido gestionados por las partes no institucionales firmantes (CEA, UGT y CCOO), pero si es cierto que han recibido importantes partidas de los mismos, principalmente los destinados a formación, orientación profesional y empresarial y a creación de infraestructuras de apoyo al tejido empresarial. No se puede negar que esta aparente paz social, nacida de estos acuerdos, ha facilitado un clima en entendimiento, pero igualmente han convertido a estas organizaciones fuertemente subvencionadas en agencias semipúblicas. Ahora que la  financiación publica, las subvenciones y la ingente suma de Fondos Europeos de otros tiempos escasea asistimos, a como estas entidades están acometiendo fuertes reestructuraciones de plantilla con sus correspondientes ERES, teniendo que adelgazar sus sobredimensionadas estructuras, pagadas con estos fondos y que en modo alguno se han consolidado para subsistir por si solas.


En el horizonte de 2013, próxima la finalización del VII Acuerdo de Concertación parece que sigue siendo voluntad del gobierno bipartito de la Junta, renovar estos acuerdos, aunque con el titulo de Pacto Andaluz por el Empleo, y parecen quererlo hacer, por indicación de IU con una base social y política mas amplia, incluso se ha lanzado el guante al PP. Pero también por la parte sindical y como consecuencia de que  algunos sindicatos que han ganado en representatividad y alguna sentencia como CSIF reclaman también su sitio en la mesa.

Si se la cordura, que se desprende de los análisis realizados sobre la efectividad real de estos acuerdos se impone, y la realidad presupuestaria del momento muestra su cara restrictiva, habrá que pensar  que el escenario financiero de estos futuros pactos o acuerdos, será menos generoso que en el pasado, y a lo mejor las bondades defendidas por algunos de los firmantes no se ven tan claras, lo de contigo pan y cebolla no siempre fue cierto, y este año no toca pasta,  ya se sabe que cuando el dinero sale por la puerta el amor salta por la ventana.

Antonio Urbano Mármol
Economista,  Investigador y Profesor Honorario de la Universidad de Sevilla. 
Máster en Alta Dirección de Instituciones Sociales por el Instituto Internacional San Télmo.
Diplomado en Procesos y Planificación del Desarrollo (ILPES, CEPAL, IEHA)
Funcionario de los Cuerpos de Gestión Financiera y del Cuerpo Superior de Administradores Generales de la Junta de Andalucía.


viernes, 21 de diciembre de 2012

Los Mayas: unos incomprendidos de la historia.


Mucho se habla estos días de un posible cataclismo general que acabe con el mundo, en base a una interpretación errónea del calendario Maya, pero a parte  del frikismo y charlatanería, que tanto rédito ha sacado estos días con el tema, pocos sabíamos, entre ellos yo, hasta que no me he documentado,  que el  calendario maya es cíclico, porque se repite cada 52 años mayas, el tiempo de cómputo comenzó el día 0.0.0.0.0 4 ajau y 8 cumkú (en notación maya) que equivale, según la correlación generalmente aceptada, al 11 de agosto del 3114 a. C. en el calendario gregoriano.

La forma de ver el tiempo para los mayas es muy distinta de la forma de ver de las sociedades occidentales, para los pueblos mayas el mundo nace, se desarrolla, muere y se regenera, es decir es una visión cíclica del mundo, explicó el etnógrafo del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas) de Yucatán, Jesús Lizama Quijano, la fecha del 21 de diciembre de 2012, aparece representada como un cambio de ciclo vaticinado por los mayas y que algunos han interpretado erróneamente como una profecía del fin del mundo.

A esta visión catastrofista ha contribuido decisivamente, la cultura visual y cinematográfica,  que ha repetido hasta la saciedad distintas películas e imágenes de catástrofes terribles, que asolaran el planeta, de la noche a la mañana. Nuestra cultura actual se basa en una representación gráfica, o visual de acontecimientos históricos, no basados en la realidad pues quienes los vivieron no dejaron constancia gráfica de ellos o muy poca, ya en un pasado menos lejano,  con lo cual cuando se representa  en imágenes acontecimientos del pasado, o del futuro, de forma que llegamos a pensar que las cosas y los hechos históricos o futuros, así como los personajes, son como los vemos en las imágenes que se nos muestran, pero no hay que olvidar que no se trata nada mas que de una representación mas o menos convencional de los mismos, pero nada fiel a como fue en realidad, o como podrían ser las cosas, y solo sirven para que nos hagamos una idea. Nadie en su sano juicio, creo, que pensaría que el día 21 de diciembre de 2012 iba a ser como cualquiera de estas películas.

Pero estaban equivocados los mayas, a mi entender solo en la fecha, aunque posiblemente no del del todo, pues este año esta fecha coincide con la entrada del solsticio de invierno, otro acierto de los mayas. También podemos relacionarlos con un evento tan tradicional en España como es el sorteo de la lotería de navidad, la lotería en España llegó de la mano de Carlos III, que la importó de una tradición de Nápoles y era igual que la ahora llamada Lotería Primitiva, el primer sorteo se llevó a cabo el 10 de diciembre de 1763, la lotería moderna, tal cual la conocemos, nació en Cádiz en 1811, por iniciativa de Ciriaco González Carvajal, para aportar fondos a la Hacienda Pública ,la "Real Lotería Nacional de España" fue creada por instrucción de 25 de noviembre de 1811, pues bien mañana será el ultimo sorteo del gordo de la lotería nacional libre de impuestos, tras mas de 200 años, luego también este vaticinio puede atribuirse a los mayas.

Quien sabe si un calendario confeccionado hace 5.000 años, basado en un computo de tiempo distinto al actual, tras su conversión al calendario actual de 365 días con sus ajustes por  años bisiestos, no arrastra un ciertos desfase en su correspondencia con las fechas, pero no hay duda que estos ya conocían y trasmitieron la existencia de ciclos históricos  los economistas sabemos bien que los ciclos económicos existen, también fueron estudiados por otras culturas antiguas como los egipcios vinculados a los ciclos naturales, hoy día sabemos bien que los ciclos se suceden, a un ciclo expansivo o de crecimientos, suele sucederle uno de estabilidad y otro de recesión.

Quizás el cambio de ciclo, ilustrado por los Mayas ya empezó en  2008, cuando importantes bancos americanos como Lehman Brothers, fundado en 1850, quiebra como consecuencia de las hipotecas subprime, a esta crisis le siguen la de Goldman Sachs fundado en 1865 y Morgan Stanley, siempre se dijo entre los economista, que cuando EEUU estornuda Europa se resfría, y el resfriado no se hizo esperar, el contagio corrió como la pólvora contagiando a la banca europea, iniciándose una crisis económica sin precedentes.
Comenzaron los rescates y quiebras, las políticas de ajuste y una destrucción de empleo y  empresas sin precedentes. En España comienzan los movimientos entre unas atípicas entidades de crédito, las cajas de ahorro, que aunque funcionan como bancos en realidad no lo eran, pues son gobernadas por políticos, así les ha ido a la mayoría, se intenta ganar dimensión para repartir o disimular riesgos tomados, principalmente en proyectos políticos que no económicos y en el sector inmobiliario, culminando muchas de ellas en estrepitoso fracasos.

Estalla la burbuja inmobiliaria, con el desplome del sector de la construcción y la devaluación del sobrevalorado sector de la vivienda, la perdida de empleo comienza por dicho sector, poniendo fin a los que se llamó el milagro español, pero pronto se extiende al conjunto de la economía, las tasa de paro de comienzos del 2008 se ha multiplicado por mas de cuatro.Toda Europa empieza a tomar medidas ante una situación sin precedentes, y la falta de respuesta de la economía a las antiguas recetas, que ya no funcionan, Zapatero y Zarkozy, se reúnen en mayo de 2010, y afirman que ha reinventado el capitalismo, "vaya dos patas para un banco".

Se intentan aplicar las antiguas recetas Keynesianas, inyectar dinero publico para que no pare la actividad económica, pero las arcas publicas están esquilmadas, fruto del gasto publico anterior a base de generar déficit, esperando que el ciclo expansivo las vuelva a llenar. Pero esto no ocurre, no hay crédito, la banca bastante tiene con lo suyo, y para colmo encuentra un producto cómodo y muy rentable, comprar deuda publica, pagada a precios sin precedentes con un dinero que los compran mas barato que nunca. Aparece en nuestras vidas una lejana familiar, quizás de origen maya, de la que nunca habíamos oído hablar pero que viene para quedarse, la prima de riesgo, la cual poco a poco se ha instalado en el dormitorio principal y se ha apoderado hasta del mando de la tele.
Si Marx y  Engels rescribieran el Manifiesto del Partido Comunista, seguro que cambiaria algo y quizás comenzaría con “Un fantasma recorre Europa: el fantasma del monetarismo. Todas las fuerzas de la vieja Europa se han unido en santa cruzada para acosar, a los países más débiles",  cambiando el muerdago y el ajo como recetas tradicionales contra los seres del mas allá, por una única pócima: austeridad y recortes.

Nadie habría pensado hace cuatro años que se empezaría a despedir a empleados públicos, que se les recortarían los sueldos a los funcionarios, que servicios sociales antes gratuitos, ahora costarían dinero, que la justicia dejaría de ser gratuita, que aquellos bancos que te ofrecían créditos e hipotecas y hasta te regalaban viajes y televisores, ahora te ejecutaran la hipoteca te quedaras sin vivienda y sigues siendo deudor todavía.
Los empleos fijos de toda la vida, son tan poco duraderos como uno temporal o ninguno, nuestros jóvenes no encuentran futuro en España, y  miles de universitarios bien cualificados tienen que ser emigrar para terminar de camareros en Alemania o Inglaterra, que buen invento los minijobs. Las entidades financieras siguen ganado dinero, cuando todo el mundo pierde o ve reducido sus beneficios,  prejubilan a experimentados profesionales y en su lugar coloca por el mismo sueldo a cuatro jóvenes, con contrato basura. Los ricos siguen siendo pocos , pero cada vez mas ricos, mientras que el resto de la población se empobrece de manera exponencial.

La amenaza del fin del sistema público de pensiones se vuelve en tema recurrente, las pensiones se congelan y aumenta la edad de jubilación, al tiempo que aumentan los requisitos para obtener una pensión digna. Los fondos que tan abundantemente venían de Europa y tan alegremente se gastaban, en algunos casos, comienzan a escasear.Vemos un día tras otro como se desmantela el estado del bienestar, y los viernes aunque no sean 21 de diciembre de 2012, los españoles no queremos conocer que nuevos ajustes nos trae el Consejo de Ministros. Alemania, por fin y a la tercera va la vencida, es la dueña de Europa, pero ahora no por empleo de los ejércitos  como en los dos intentos anteriores, sino por la utilización de un arma secreta de la que nadie conocía sus poderosos efectos, el Euro y la austeridad presupuestaría, lo que lógicamente garantiza que los bancos alemanes puedan cobrar sus deudas .

Las anteriores generaciones, veían como algo natural que sus hijos prosperaran en lo económico por encima del nivel alcanzado por sus padres, tendencia que se ha visto invertida en esta crisis o ciclo, y son los padres cuando no los abuelos pensionistas, los que tienen que sostener a sus familias en edad de trabajar, pero sin trabajo. Vuelve a tomar fuerza aquella vieja consigna de “vive de tus padres hasta que puedas vivir de tus hijos”, aunque también esto ha cambiado, pues no sabemos si se podrá vivir de los hijos, o estos se quedaran para siempre, las casas se han vuelto a llenar de inesperados, y en ocasiones incómodos, huéspedes sin intención de marcharse desde que llegó la prima,  prima de riesgo.
La Europa que defendía el estado del bienestar de corte socialdemócrata, solo hace unos años, ha girado al monetarismo a ultranza y al desmantelamiento del bienestar creado, y solo lanza mensajes de más recortes y austeridad que en vez de favorecer la recuperación, crean mas recesión. Mientras que los tradicionalmente liberales Estados Unidos de Norte América, capitalistas a macha martillo, avanzan tímidamente en políticas económicas expansivas y sociales, y ellos siempre al quite (como se dice en el argot taurino) cuando la vieja Europa lidiaba un morlaco mal encastado y peligroso, como ha demostrado mas de un vez en la historia reciente, como ocurrió tras la II Guerra mundial, lanzan mensajes a través del presidente Obama, para que se apliquen políticas expansivas que reactiven la economía, vivir para ver.
Podría seguir con un sin fin de ejemplos, pero a estas alturas convendrán conmigo que no se equivocaron tanto los Mayas y que asistimos a un verdadero cambio de ciclo y modelo, a lo mejor hay que seguir estudiando mas el calendario Maya a ver si encontramos una puerta de salida o incluso alguna nueva receta no aplicada que resulte efectiva y menos dolorosa.

Se equivocaron los que no previeron las crisis, los que minimizaron su alcance, los que propusieron recetas, que no han funcionado y los que vaticinan la salida. ¿Todavía alguien duda del acierto de los Mayas?

No se me ocurre otra cosa que terminar con un fragmento del poema del gran Rafael Alberti:
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al norte, fue al sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó que el mar era cielo; que la noche, la mañana.
Se equivocaba.
Que las estrellas, rocío; que la calor, la nevada.
Se equivocaba.





Antonio urbano Mármol, 21 de diciembre de 2012

domingo, 9 de diciembre de 2012

LA REFORMA DEL SISTEMA DE PUBLICO DE PENSIONES: UNA OPORTUNIDAD PERDIDA Y UNA TAREA PENDIENTE

Este tema se está convirtiendo en recurrente cada poco tiempo, cuando debería ser algo estable en el tiempo para tranquilidad de todos, las ultimas recomendaciones de Bruselas en el pasado mes de octubre, unido a que la crisis de la economía española, no da respiro y causa estragos sobre el numero de afiliados a la Seguridad Social, que sigue decreciendo de manera alarmante desde 2008, con grave riesgo para el Fondo de Reservas que registró perdidas en 2011 (por primera vez desde 1998) y que ha habido que recurrir a el durante nuevamente en 2012 para compensar determinados desfases ordinarios. Lo anterior unido a que la última reforma de 2011, no pasó de ser una solución a corto plazo y a las voces que abogan por el desmantelamiento o minimización de los sistemas públicos de protección en favor de los privados, al amparo de los vientos liberales que abogan por el adelgazamiento del estado del bienestar, como única causa del déficit público, hacen que este debate vuelva a surgir cada poco, aun cuando no debiera ser así.

Era  tan urgente la reforma del sistema de pensiones español, acometido en 2011, no dudo en que hubiera que hacer algo, pues  los parámetros económicos y demográficos contemplados en los Pactos de Toledo de 1996 que dan cuerpo a nuestro actual sistema de pensiones han cambiado sustancialmente, pero ¿se explicaron y comprendieron  las verdaderas causas de la urgencia de esta reforma? cuando el principal problema no era otro que la disminución del número de cotizantes.

Se habló de la necesidad de reducir el déficit publico, en unos casos auspiciada por el entorno económico europeo, donde el resto de los países de nuestro entorno están acometieron también reformas, principalmente en el aumento de la edad legal mínima de jubilación y otros parámetros de determinan la pensión de los futuros pensionistas, en otros casos por la exigencia de los mercados y otros organismos como la OCDE, quizás sobre recomendaciones poco concretas, donde se añaden otros aspectos como la necesidad de la reforma del mercado de trabajo o la reducción del gasto publico, como garantías para el pago de la deuda publica y los intereses de la misma, ante el crecimiento experimentado en la situación de crisis económica en la que estamos sumidos, donde España es uno de los países de nuestro entorno que menor muestra de recuperación esta experimentando, mostrando una de las mayores y mas  altas tasas de paro, quizás la causa principal y única, traducida ésta en un menor numero de cotizantes frente a los beneficiarios del sistema.

También se pusieron  de manifiesto, como argumentos de la necesidad de la reforma razones de tipo demográfico, ante la tendencia no exclusiva de nuestro país, hacia un envejecimiento de la población y menor proporción de la futura población activa.

Pero si era necesario reformar el sistema, era tan urgente, o eran más urgentes otras actuaciones que den credibilidad a la estabilidad económica de nuestro país, y esta reforma debería hacerse, en caso de ser necesaria, con un debate sereno y sosegado huyendo de simplificaciones, con propuestas bien explicadas y con visión de largo plazo.

En un informe auspiciado por FEDEA, aparecido en 2010 que firmaban 100 economistas, y que yo también suscribiría en buena parte, se  abordaron una serie de cuestiones sobre la Reforma de las Pensiones en España, ente ellas las de carácter demográfico, las necesidad de la equidad, el periodo mínimo de cotización a computar, la cuantía de las pensiones mismas lo que se denomina técnicamente tasa de sustitución, o los mecanismos que garanticen el pago de las pensiones a los futuros jubilados,  aunque también la necesidad  que la reforma del sistema sea complementaria y coherente con otras reformas como la del mercado de trabajo, pero también indicando que esta debe hacerse con “tiempo, calma, conocimiento y oportunidad”, afirmándose que no “deberían repetirse errores del pasado, si es que los ha habido, y plantearse de forma global” llegando a la conclusión de la necesidad de elaborar un Libro Blanco que aborde los distintos parámetros que han de configurar el sistema de pensiones para garantizar el futuro del mismo y explicarse claramente al conjunto de la sociedad.

Las propuestas planteadas por el gobierno de Rodríguez Zapatero en su momento distaban, bastante de ser claras y completas, y se centraron básicamente en la urgencia de dar respuesta las rápida a las recomendaciones externas y necesidad de tranquilizar a los actores de los mercados financieros, ante las dudas sobre la deuda publica y la solvencia de nuestro país, lo que se fue traduciendo en el aumento del precio de la deuda publica.

La reforma acometida giró exclusivamente sobre el aumento de la edad mínima legal de 65 a 67 años y del computo de años para cuantificar la misma de los  15 a 25, en un ejemplo de simplificación  pasmosa del problema y nuevo ejemplo, de improvisación y salir del paso al que ya nos tienen acostumbrados todos nuestro gobernantes sin distinción de color, como ha quedado demostrado en la recientes e inconclusas reformas del mercado de trabajo, dos consecutivas, sin resultados visibles en el mercado laboral.

También  se  introdujo cierta flexibilidad en los requisitos, para tener derecho a la jubilación,  siempre que hayan cotizado un número mínimo de años que  pasaron de los 30 a los 35 para alcanzar la pensión máxima, al final  café para todos, tan propio de nuestros gobiernos socialistas , sin consideración de la especial peligrosidad de algunos trabajadores o los años que tengan de cotización  los trabajadores  pero  si  en cuanto al aumento del periodo medio de computo, lo que permitirá un ahorro en el gasto de pensiones  a medio plazo, que al final se revela como el  objetivo, no explicitado, pero si perseguido por el  Gobierno, desaprovechando una vez mas la ocasión para realizar una reforma de profundo calado, perdurable y sostenible en nuestro sistema de pensiones.

La Gaceta Sindical de CCOO nº. 15 de diciembre de 2010, se  publicó un interesante y clarificador trabajo de Juan Antonio Fernández Cordón que ponía de manifiesto que el cambio demográfico, que supone el envejecimiento de la población en el futuro horizonte de hasta el año 2048, ni es único de España, y que de acuerdo con las proyecciones de  INE y el trabajo de Fernández Cordón no altera la actual tasa de dependencia, por lo que el mayor envejecimiento de la población, podría ser suplida por una mayor tasa de actividad y de empleo, así como con el aumento de la inmigración en el momento que se empiece a crear empleo llegando a la conclusión “que la disminución futura de la población en edad de trabajar no representa ninguna amenaza para el sistema de pensiones, siempre que aumente el empleo, lo que es compatible con la evolución proyectada, si problema hay, no es un problema demográfico” afirma Fernández Cordón, con el que estoy bastante de acuerdo.

Luego quedaron en evidencia que las medidas perseguidas por el anterior Gobierno, solo pretendían disminuir el gasto en pensiones, por la disminución galopante de las cotizaciones como consecuencia de la crisis. No podemos pensar  que la reforma revistiera una urgencia vital, no obstante quizás barajando las previsiones a  largo plazo y con todos los escenarios y estimaciones en la mano, habría que plantearse si el sistema era sostenible en este plazo para hacer frente al escenario futuro del aumento de población beneficiaria e introducir las reformas necesarias con la mayor claridad y consenso entre todos los agentes sociales, este pues debiera haber sido el marco de la reforma y de los ajustes necesarios, sin urgencias y con rigor, cobrando vigor el dicho  “vísteme despacio que tengo prisas” aunque tampoco las había, al menos en lo tocante a las pensiones.

Los países de nuestro entorno con sistemas de protección social publico, han abordado o están abordando reformas con idéntico objetivo, en algunos casos ampliando la edad legal como en Francia  hasta los 62 años, Alemania y Austria han pasando de los 65 a los 67 años . No obstante en Bélgica e Italia la edad legal está situada actualmente en 65 años pudiendo acceder a la jubilación a partir de los 60 años siempre que se tengan 35 años cotizados, en este mismo sentido en Francia se exigen 40 años lo que irá en aumento hasta los 41,5 coincidiendo con el aumento de la edad producido. Otros países como  Chipre, Grecia, Holanda, Irlanda, Luxemburgo y Portugal tienen actualmente una situación similar a la de España, de lo que podemos concluir que la edad legal actual existente en nuestro país, no es diferente ni inferior a la del resto de los países, mas bien se sitúa en un termino medio, por lo que quizás no sea este el único elemento sobre el que haber hecho pivotar la reforma acometida. Dándose al mismo tiempo, una extraordinaria tolerancia hacia las prejubilaciones en edades próximas a los 50 años, cosa que resulta sorprendente por su coste publico o privado.

Además de las medidas de reforma puestas en marchas por los países anteriores, en exclusivamente en cuanto aumento de la edad legal, existen otra batería de medidas, y que se enumeran en el Informe de FEDEA, y que están siendo puestas en marcha por algunos países: aumento del numero de años para el calculo de la base reguladora, aumento del numero de años cotizados para acceder a la pensión completa (actualmente en España 30 años), revisión del mecanismo de indexación, incentivos a la permanencia contributiva en el sistema, reducción de la tasa de reemplazo ( es decir el porcentaje de la pensión efectiva sobre la base reguladora (que actualmente se sitúa en España en el 80%) , otros cambios mas radicales son aquellos que abogan por sustitución del sistema actual de prestación definida por un sistema de contribución definida ( Hungría y México) o un sistema de cuentas nocionales (Italia, Polonia o Suecia), o incluso sustituir en parte el sistema de protección públicos por los planes privados, idea muy perseguida por el insaciable sector financiero.

A mi juicio, el futuro escenario del sistema de pensiones, dentro del modelo publico  de garantía  y redistributivo, que inspira al establecido en nuestro país, desde hace años y que debiera seguirlo siendo, y la reforma a acometerse en el largo plazo debería hacerse entre un mix de variables, pero salvaguardando los principios inspiradores que rigen el actual sistema, consagrados en la legislación y el Pacto de Toledo de 1994
En la medida que se avance en determinados extremos como los que últimamente cobran peso en el debate, nos alejaríamos del modelo público para aproximar su funcionamiento al modelo privado, por el cual obviamente abogan algunos de los agentes que presionan, lógicamente  para establecer un modelo privado, en su propio beneficio como gestores privados de planes de pensiones.

En está opinión se encuentran quienes estiman que habría que disminuir la tasa de reemplazo actual (80%), considerándola mas generosa que en otros países, pues bien hemos visto como la pensión media de jubilación asciende en 2010 a 881, 35 Euros, cifra que se sitúa, algo por encima, pero no muy distante del Salario Mínimo español (739 euros). 

Con una perspectiva mas amplia también en comparación con los países de nuestro entorno podemos ver como este salario mínimo en España se sitúa en una zona media pero en el tramo inferior a la misma según los datos de EUROSTAT (Oficina Estadística de la Unión Europea), mientras que este en países como Holanda asciende a 1408 Euros, 1344 en Francia, 1076 en Gran Bretaña, por poner algunos ejemplos, siendo también mas alto el nivel salarial, mientras que el coste de vida no difiere en exceso entre estos países y el de España.

La reforma del sistema debería haberse abordado con un conocimiento completo de todas las variables que intervienen y sus proyecciones futuras, con la participación mas amplia posible de agentes sociales y expertos, y no partiendo de visiones y premisas preconcebidas o de propuestas parciales, escasamente solventes y poco explicadas, como el exclusivo aumento de la edad legal de jubilación.

Algunas de las variables que deben ser consideradas ¿por que no ir hacia un modelo flexible, en cuanto a la edad mínima legal a partir de los 60 años de forma voluntaria?, siempre que se reúnan unos requisitos previos por ejemplo 40 años de cotización, ampliando la base de calculo, con cambios si es necesario del método de indexación, e incluso introducir parcialmente un sistema de cuenta de capitalización, y primando la permanencia voluntaria en el mercado de trabajo a partir del cumplimiento de estos requisitos, no permitiendo las generosas jubilaciones con fondos públicos, de cualquier procedencia, de determinados colectivos. Estas medidas  contribuirían a la entrada en el mercado de trabajo de jóvenes y de la importante población en edad de trabajar, y de aquellos activos que se encuentran en situación de paro, de manera extraordinaria en España entre la población juvenil.

Debería y debe  huirse siempre en estos temas, de urgencias no justificadas, y haberse revisado solo justamente necesario del sistema, pero con pies de plomo, pues las prisas no son buenas consejeras ni gobernantes,  y no haber actuado con medidas de parcheo y para salir del paso, que requieran una posterior revisión en el corto y medio plazo, una nueva ocasión perdida y una tarea pendiente y sujeta siempre a la insaciable presión de intereses no tan legítimos como son los gestores privados y sus ramificaciones en la banca internacional.

Nota: En estas lineas actualizo la opinión mantenida hace casi 2 años con motivo del debate de la reforma acometida en 2011.

http://www.diariodesevilla.es/article/opinion/880636/la/reforma/las/pensiones.html


, Economista y Funcionario del Cuerpo Superior de Administradores Generales de la Junta de Andalucía
http://www.cosasdeandalucia.com/web/index.php/tribuna-libre/3054-la-reforma-del-sistema-de-publico-de-pensiones-una-oportunidad-perdida-y-una-tarea-pendiente.html

Antonio Urbano Mármol
Economista,  Investigador y Profesor Honorario de la Universidad de Sevilla. 
Máster en Alta Dirección de Instituciones Sociales por el Instituto Internacional San Télmo.
Diplomado en Procesos y Planificación del Desarrollo (ILPES, CEPAL, IEHA)
Funcionario de los Cuerpos de Gestión Financiera y del Cuerpo Superior de Administradores Generales de la Junta de Andalucía.